El temor a equivocarnos.

Silencios incómodos, miradas perdidas, deseos sin futuro, pensamientos indecisos... Todo eso se resume en una palabra: se podría definir como "Miedo". ¿Lo has oído hablar, verdad? El miedo... Sí, esa palabra que nos pone nerviosos a todo el mundo, incluso a la persona más valiente del planeta. Ese miedo nos come por dentro, nos debora. Lo que realmente queremos hacer, no nos deja, ¿por qué? Porque siempre está ahí. Ese miedo que nos produce tristeza, rencor, odio... Pero que en realidad, lo que queremos transmitir es compasión, sinceridad, amistad, amor... ¿De verdad hay alguna forma de quitar ese miedo? El miedo a hacerlo mal, el miedo a estropearlo, el miedo a equivocarse por cual sea el motivo de la opinión válida. Ese temor, ese miedo, hace que nos sintamos no-protegidos, y que los más pequeños, se vuelvan en más pequeños y los más grandes, se vuelvan superiores ó quizás, vuelvan a ser pequeños. ¿Qué hay de malo equivocarse? Equivocarse es algo normal, como todo el mundo, ¿verdad? Quizás si te equivocas, es lo más normal del mundo, eres ser humano, y la gente se equivoca, ¿no? Quizás algún día te equivoques y pienses, "lo he echo mal", y aprendas de tus érrores y... que el miedo se pueda vencer, pronto.