viernes, 14 de enero de 2011

16 añitos, pueden ser los más preciados en tu vida.

Estás durmiendo, de repente, suena el despertador. Hoy es un día distinto en tu vida, has cambiado y estás un poco más crecida. Pones los pies en el suelo y andas. Te miras al espejo, piensas "estás cambiada". Miras a tus padres y les sonríes, ellos con una sonrisa, te dicen "Felicidades, cariño", y yo le respondo con una amable sonrisa que sale del corazón. Nuevo día empieza para tu vida, para tus años.
Bajas, donde te está esperando una amiga y un amigo, que los quieres muchísimo y les tienes un aprecio bastante grande. Ellos también dicen la palabra "Felicidades" y tú sonríes. Ya no eres una niña pequeña, ya no. Llegas, al instituto, al de todas las mañanas, solo que un tanto diferente. Encuentras a mucha gente diciendote a la vez, la palabra "Felicidades" y tú, simplemente sonríes. Estás en clase, los profesores se enteran de que cumples años y te dicen "Felicidades" y tú les mandas una delicada sonrisa. "Este día, será para mí", pienso. Recreo. La gente que no habías visto, tus amigas y amigos, te felicitan, otra vez, y tú cambias la sonrisa, simplemente lo que quieres, es un abrazo. Pasas de largo por la gente que siempre te ha importado, te miran pero no dicen nada, tú te quedas callada, como si fuese un día cualquiera. Llegas a casa, cansada. Miles de mensajes y llamadas acaparan tu teléfono móvil, a todos les dices que "gracias". Pero hoy puede que sea un día diferente, no muy normal que los otros. Hoy puede ser un día mágico, un día perfecto, un día no tan perfecto por aquellas personas que has querido y ni te han felicitado...
Hoy puede ser el día, en el que cumples, 16 años, ni más, ni menos.

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