martes, 11 de enero de 2011

Pura imaginación.

Piensas en lo feliz que es tu vida. Por un momento, te detienes... Te paras a ver el camino que recorre esa maldita carretera... Resoplas. ¿De verdad piensas que puedes ser así? Cuando hay algo que te falla, tu corazón se detiene, el impulso es tan grande, que tu cabeza no responde. Intentas adentrarte en el por qué de la existencia, de lo que te está pasando... Miras, otra vez, hacia delante. Ves a un montón de gente caminar a tu paso. A lo lejos, a la derecha, ves como dos personas se aman en ese preciso instante, cogiendose de las manos. Luego, más tarde, se besan y llegan al final de la carretera. Desaparecen, paf. Como una paloma que vuela hasta encontrar su destino, como aquella hoja cae del árbol, intacta. Luego, ves a otra pareja. Piensas en él, en lo bonito que ha podido ser... Imaginas un mundo, en que las flores vuelven a vivir, en que el río, no es sucio, es lo contrario, está limpio. Imaginas un mundo, en el que solamente vivís vosotros, sin que nadie os moleste.

Pero descubres, que todo lo que imaginas, se desprende poco a poco, y entiendes que la realidad, es esta.

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